11 de julio de 2009

Exabruptos, confidencias y revelaciones (XIII)

SALVADOR MARIA DEL CARRIL
Ministro de Gobierno de la Argentina (1828)

"La prisión del General Dorrego es una circunstancia desagradable, lo conozco. La disimulación en este caso después de ser injuriosa será perfectamente inútil al objeto que me propongo. Hablo del fusilamiento de Dorrego. Hemos estado de acuerdo en ella antes de ahora. Ha llegado el momento de ejecutarla. Prescindamos del corazón en este caso. La Ley es que una revolución es un juego de azar, en la que se gana la vida de los vencidos cuando se cree necesario disponer de ella. Haciendo la aplicación de este principio, de una evidencia práctica, la cuestión me parece de fácil resolución. Es la ocasión de cortar la primera cabeza de la hidra. Nada queda en la República para un hombre de corazón".


JUAN LAVALLE
Gobernador de Buenos Aires (1828)

"Desde que emprendí esta obra, tomé la resolución de cortar la cabeza de la hidra. Yo no debo tener corazón. Los hombres valientes no pueden abrigar sentimientos innobles, y al sacrificar al coronel Dorrego, lo hago en la persuasión de que así lo exigen los intereses de un gran pueblo. La existencia del coronel Dorrego y la tranquilidad de este país son incompatibles".


JUSTO JOSE DE URQUIZA
Presidente de la Confederación Argentina (1851)

"El General D. Juan Manuel de Rosas se ha hecho denominar Grande Americano, el enemigo de las instituciones europeas como de sus gobiernos, el defensor heroico de la independencia del continente, el autor del americanismo puro, etcétera. Ese mismo anda hoy a las puertas de los potentados de Europa, pidiendo de rodillas protección y auxilio para continuar la obra de su soñado trono, cuyos cimientos se desploman al solo amago de la Provincia Entrerriana. La Inglaterra y el Austria han oido ya los clamores con que ha implorado humildemente la cooperación de esas naciones a favor de su dictadura".


RUFINO DE ELIZALDE
Ministro de Relaciones Exteriores de la Argentina (1857)

"Rosas ha salido del país muy rico. Sabemos que embarcó una gran cantidad de baúles con dinero y alhajas y que llevó casi todos los brillantes que existían en Buenos Aires. No han de padecer nada ni él ni sus hijos y es muy sabido que ha estado viviendo en Londres con el boato de un príncipe".


DOMINGO F. SARMIENTO
Presidente de la Argentina (1861)

"Tengo odio a la barbarie popular. La chusma y el pueblo gaucho nos es hostil. Mientras haya un chiripá no habrá ciudadanos. ¿Son acaso las masas la única fuente de poder y legitimidad? El poncho, el chiripá y el rancho son de origen salvaje y forman una división entre la ciudad culta y el pueblo, haciendo que los cristianos se degraden. Hay que establecer en toda la República el poder de la clase culta aniquilando el levantamiento de las masas".


JOSE HERNANDEZ
Escritor, Diputado y Senador argentino (1870)



JUAN BAUTISTA ALBERDI
Abogado y Periodista argentino (1880)

"El mitrismo es el rosismo cambiado de traje. De la guerra es nacido el gobierno militar que es gobierno de la fuerza sustituida a la justicia y al derecho como principio de autoridad. No pudiendo hacer que lo que es justo sea fuerte se ha hecho que lo que es fuerte sea justo".


MARCELO T. DE ALVEAR
Presidente de la Argentina (1930)

"Yrigoyen, con una ignorancia absoluta de toda la práctica de gobierno democrático, parece que se hubiera complacido en menoscabar las instituciones. Da pena cómo ese hombre, que encarnaba los anhelos de la libertad del sufragio, que tenía un puesto ganado en la historia al dejar su primera presidencia, destruyó su propia estatua".


JUAN D. PERON
Presidente de la Argentina (1974)

"Quiero hacerles presente que esta lucha en la que estamos empeñados, es larga y requiere en consecuencia una estrategia sin tiempo. Por ello, sepan ustedes que en esta lucha no están solos, sino que es todo el pueblo que está empeñado en exterminar este mal. La estrategia integral que conducimos desde el gobierno, nos lleva a actuar profundamente sobre las causas de la violencia y la subversión, quedando la lucha contra los efectos a cargo de toda la población, fuerzas policiales y de seguridad, y si es necesario de las Fuerzas Armadas".


ABDEL EDGARDO VILAS
General de Brigada argentino (1975)

"Hubo que olvidar por un instante las enseñanzas del Colegio Militar y las leyes de la guerra convencional donde los formalismos (el honor y la ética) son las partes sustanciales de la vida castrense, para consustanciarse con este nuevo tipo de lucha. Si los militares permitíamos la proliferación de elementos disolventes -psicoanalistas, psiquiatras, freudianos, etcétera- soliviantando las conciencias y poniendo en tela de juicio las raíces nacionales y familiares, estábamos vencidos. De ahí en más, todo alumno o profesor que demostrase estar enrolado en la causa marxista fue considerado subversivo y, cual no podía ser de otra manera distinta, sobre él cayeron las sanciones militares de rigor".