15 de enero de 2008

Alumni Athletic Club, un pionero del fútbol argentino

El 27 de julio de 1886, en el vapor británico Caxton -que había zarpado del puerto de Liverpool- un tal William Waters llegó a la Argentina trayendo las primeras pelotas de fútbol fabricadas en Inglaterra. El cargamento venía para ser entregado al señor Alexander Watson Hutton, según informaba el diario "La Nación" del día siguiente.
Este acontecimiento se convirtió en un hecho decisivo. Apenas cinco años más tarde, en 1891, se suscribió el acta de fundación de la Argentine Association Football League dirigida por una comisión que integraban los señores Rovenscraf, Arcels, Wolley, Mc Ewen, Hughes, Mc Intoch y Lamont. Bajo los auspicios de esta asociación, se organizó el primer campeonato de fútbol de la Argentina, con la participación de cinco entidades: Old Caledonians, Buenos Aires and Rosario Railways, Bue­nos Aires Football Club, Belgrano Football Club y Saint An­drews. Esta última se adjudicó el torneo y así se incorporó a la historia del fútbol argentino como la primera institución que se acreditó el máxi­mo galardón.
Ciertas desaveniencias entre los dirigentes F.L. Wooley y Watson Hutton, hicieron que durante 1892 no se disputase ningún torneo y que fuese necesario refundar la asociación, cosa que ocurrió el 21 de febrero de 1893. La nueva entidad estaba presidida por Alejandro Watson Hutton a quien secundaban B. Guy (vicepresidente), F. Webb (tesorero), A. Lamont (secretario) y C.W. Reynolds, P.L. Bridger, E. Morgan, R.W. Rudd, B.B. Syer y F. Singleton (vocales).
El reglamento aprobado establecía el juego de un torneo en el que los clubes debían jugar tres partidos: uno en su propio campo, el segundo en el del rival y el tercero en uno de ambos que resul­tase de un sorteo, para lo cual cada entidad debía abonar una cuota de 50 pesos.
En la década subsiguiente se produjo la expansión del fútbol a los barrios y los ta­lleres, lo que produjo el nacimiento de muchos clubes que aún hoy participan en los diversos campeonatos que se desarrollan en el país. Ya consolidado, el fútbol criollo engendró un mito de fugaz trayectoria por su duración, pero perdurable por su trascendencia: el equipo del Buenos Aires English High School. Se llamó Alumni y predominó en casi todos los campeonatos disputados hasta 1911.
Exactamente el 25 de febrero de 1882, el profesor escocés Alexander Watson Hutton (1853-1936) desembarcó en Buenos Aires como docente contratado por el colegio argentino St. Andrew's Scotch School, fundado y dirigido por británicos en 1838. Míster Alex -así se lo conocía- asumió el rectorado de la casa de estudios en el mes de abril de 1882 y en ella se desempeñó duran­te dos años, al cabo de los cuales renunció a su empleo para fundar el Buenos Aires English High School el 2 de febrero de 1884, como instituto para alumnos de ambos sexos, ocupando una vie­ja casona de tres patios en la calle Perú 253/57. En uno de estos patios se levantó un gimnasio. En 1886 se mudó a Montes de Oca 21 y en 1892 a la quinta Garrigós, de casi dos manzanas de extensión, situada en Santa Fe 3590 en donde disponía de una cancha de fútbol, además de un gim­nasio y comodidades para la práctica de cricket y tenis.
Para 1898, la inquietud de Watson Hutton en el sentido de complementar la educación técnico-científica con la físico-deportiva lo llevó a arrendar casi sesenta mil metros cuadrados de terreno en las proximidades de la estación ferroviaria Coghlan, en la zona norte de la ciudad de Buenos Aires. Allí se formó el club para alum­nos y ex-alumnos del colegio, que luego se convertiría en el antológico Alumni. El 3 de octubre del citado año, en de­pendencias de la Casa Suiza, se fundó el Club Atlético English High School, entidad que al año siguiente se inscribió en la segunda división de la nueva Argentine Associa­tion Football League. Este equipo concluyó el certámen en el segundo puesto, con 68 goles a favor y 9 en contra, a un punto del campeón Bánfield.
En el año 1900 el equipo superior del Club Atlético English High School recibió un no­table aporte con la incorporación de los her­manos Ernesto, Tomás y Carlos Brown, miem­bros de una familia de deportistas cuyo apellido está íntimamente ligado a las glorias futbolísticas argentinas. Y el 15 de agosto de dicho año, al triunfar sobre Quilmes por 7 a 1, el club alcanzó su primer campeonato de primera división formando con J. McKechnie; Jorge Brown y Walter Buchanan; A.A. Mack, Carlos Buchanan y Er­nesto Brown; Guillermo Jordan, Juan J. Moore, S.U. Leonard, Eugenio Moore y Heriberto Jordan.
Durante ese año, el periódico de la comunidad angloparlante de la Argentina "The Buenos Aires Herald" decidió otorgar un trofeo -el Herald Trophy- al equipo que tuviera la mayor popularidad. Para establecerlo, creó una encuesta en la que los lectores tenían que enviar un cupón indicando su equipo favorito. La votación cerró el 31 de julio y el ganador fue el English High School con 6.942 votos, seguido por Quilmes con 3.467 y Belgrano Athletic con 3.358.
La Argentine Association Football League dispuso que los equipos intervinientes en el torneo de 1901 no podían ostentar nombres de colegios, ya que esto suponía publicidad para los mismos y contradecía el espíritu de­portivo que imperaba por entonces. De continuar representando a algún colegio, los equipos debían inscribirse en la recientemente creada tercera división. Ante la disyun­tiva, un ex-alumno del colegio, Carlos Bowers (futuro fundador del Olivos Rugby Club en 1927) el equipo adoptó el nombre Alum­ni, inspirándose en las "Alumni Associations" norteamericanas (organizaciones de ex-alumnos con fines benéficos).
En 1901, año en que estrenó su nombre, Alumni conquistó invicto el campeonato, to­talizando 12 puntos con 10 goles a favor y 1 en contra, producto de 6 victorias en otros tantos encuentros. El resultado más amplio lo consiguió ante Lomas Athletic: 4 a 0, el 29 de junio, en la disputa de la Copa Competen­cia que se libraba paralelamente al certamen oficial y en la que intervenían equipos de Buenos Aires, Rosario y Montevideo.
En 1902 debutó como volante izquierdo Arnoldo Watson Hutton, hijo de Mister Alex. Alumni volvió a acreditarse el campeonato, aunque no pudo ganar la Copa Competencia. La contundencia de su juego se hizo evidente en la victoria por 10 a 0 so­bre Belgrano el 3 de agosto, precedida del triunfo por 8 a 1 ante Barracas, el 29 de junio. En este campeonato, ganó 7 de los 8 partidos con 24 goles a favor y 3 en contra, empatando el restante. En el torneo de 1903 volvió a brillar Alumni, consagrándose campeón por cuarta vez consecutiva con 9 encuentros ganados y 1 perdi­do e imponiéndose a sus rivales con grandes goleadas: 6 a 0 y 10 a 0 frente a Flores, el 3 de mayo y el 5 de julio respectivamente y 4 a 0 a Quilmes y a Bel­grano, el 10 y el 31 de mayo. En total convirtió 40 goles y sólo le hicieron 4.
En 1904 decayó un poco su eficacia y fue eliminado de la Copa Competen­cia, además de tener que conformarse con el subcampeonato detrás de Belgrano Athletic, tras ganar 5 partidos, empatar 3 y perder 2. Pero en 1905 se recuperó ganando el título de campeón en una campaña con varias goleadas: 14 a 0 a Reformer, 11 a 1 y 7 a 1 a Lomas y 5 a 1 a Belgrano. En total, ganó 10 partidos, empató 1 y perdió el restante con 43 goles a favor y 8 en contra.
La cumbre fue alcanzada en 1906, año en que la abundancia de clubes obligó a la Asociación a dividir el campeonato en dos zonas. Lo ganó Alumni al vencer en la final a Lomas Athletic por 4 a o y también lo hizo con las Copas de Honor (venciendo en la final a Nacional de Montevideo por 3 a 1 tras un empate 2 a 2) y Competencia. En la final de este úl­timo trofeo -el 30 de agosto- superó a Belgrano por 10 a 1.
Sin ninguna derrota, cerró el tricampeonato en 1907, con 76 goles a favor y 13 en contra, después de 17 partidos ganados y 3 empates. Aquí se repitieron las goleadas: 7 a 0 a Reformer y San Martín, 7 a 2 a Quilmes, 5 a 0 a Lomas Athletic, San Isidro y Barracas Athletic y 5 a 1 a Argentino de Quilmes entre otras.
En 1908 finalizó segundo, a 4 puntos de Belgrano, no obstante poseer el mejor prome­dio: 74 goles a favor y 18 en contra, en 18 partidos con 13 triunfos, 1 empate y 4 derrotas. Igualmente se sucedieron las goleadas notables: 12 a 0 a Reformer, 7 a 0 a Quilmes y Argentino de Quilmes, 6 a 0 a Porteño, aunque perdió el encuentro decisivo con su clásico rival -Belgrano- por 1 a o jugando de local. Luego llegó el segundo y último tricampeonato de su historia: 1909/10/11. Precisamente en 1909 perdió un sólo partido: el jugado contra River Plate, que recién había ascendido a los torneos de primera división y que con el correr de los años se iba a convertir en uno de los más grandes clubes del mundo. Los demás encuentros terminaron en 15 triunfos y 2 empates, totalizando 74 goles a favor y 19 en contra. También consiguió la Copa Competencia tras vencer en la final a Peñarol de Montevideo por 4 a 0.
En 1910 reiteró la hazaña, pero sin imponerse por resultados cate­góricos, tras cinco empates en 16 partidos que debió remontar -en algunos casos- con cierta dificultad. De todos modos, ganó 10 encuentros y perdió sólo 1 con San Isidro. Después, en 1911, llegó pri­mero empatando posiciones con Porteño y re­cién en el partido definitorio jugado el 26 de noviem­bre en la cancha de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires, se consagró campeón al vencer por 2 a 1.
Debido a la incipiente irrupción de intereses económicos en el fútbol, los dirigentes de Alumni pensaron en retirarse inmediatamente después de obtener su último título. Por entonces, Ale­jandro Watson Hutton había asumido la presi­dencia de su eterno y no menos famoso rival, Belgrano Athletic, con quien Alumni, a lo largo de once años, se en­frentó en 22 partidos de cam­peonato, 1 por la Copa de Honor, 5 por la Copa Competencia y 8 amistosos. De estos 36 encuentros, ganó 23, empató 5 y perdió 8, registrando 94 goles a favor y 43 en contra. El primer encuentro tuvo lugar el 6 de junio de 1901 y el último el 9 de julio de 1911.
El fútbol argentino entraba en una nueva etapa, tras la aparición de nuevos equipos y un aumento de la competitividad que traía aparejada una mayor aspereza en el juego. Comenzaba ya un profesionalismo que se insinuaba lentamente y una necesidad de crecer que impulsaba a las instituciones a mejorar notoriamente su constitución.
Alumni no estaba convenientemente preparado. No era un club que renovaba sus filas con jugadores de otros equipos, ya que sus integrantes provenían del English High School, y el panorama del momento apuntaba a preparar jugadores que se dedicaban exclusivamente al deporte. Por otro lado, la cancha de Coghlan fue quedando chica para atraer un fútbol cada vez más importante y el club se vio obligado a alquilar otros campos de juego, como los de la Sociedad Hípica Argentina, Lanús o Ferrocarril Oeste, que sin duda originaban importantes erogaciones. Desde un principio Alumni destinaba sus recaudaciones para obras de beneficencia, mientras todas las demás instituciones lo hacían para sus propias arcas.
A pesar de todo, Alumni se inscribió para participar del torneo de 1912 pero con la intención de no presentarse a jugar los tres primeros partidos, con lo que quedaría automáticamente eliminado del campeonato y perdería su afiliación. Esto ocurrió efectivamente el 28 de abril de 1912, cuando no se presentó a jugar contra Racing por la tercera fecha.
En 1913, los pocos socios que tenía el club que más títulos había ganado en el fútbol argentino de entonces, decidieron realizar la asamblea definitiva. Fue el jueves 24 de abril. Ernesto Brown, el menor de los hermanos, en su carácter de secretario envió a los asociados la comunicación de cierre. Entre los días 18 y 24 de abril, en la sección "Sociedades y Compañías" del diario "La Nación", apareció el aviso: "Alumni A.C. cita a los señores socios a asamblea general con fecha 24 del corriente, en el local de la A.F.A., calle Maipú 131, a las 9 p.m, para tratar la disolución del club y autorizar a la C.D. para distribuir los fondos de acuerdo con el reglamento".
Jorge Brown, el último tesorero del club, comunicó ese día que el activo era de $ 12.322,29. Ocho instituciones fueron las beneficiadas por Alumni: $ 3.661,15 a las Escuelas Filantrópicas Argentinas, $ 3.661,14 al Hospital Británico, $ 1.000,00 al Patronato de la Infancia, $1.000,00 al Centro Bernardino Rivadavia, $1.000,00 a la Sociedad Popular de Educación, $1.000,00 a la Asociación Damas de la Providencia, $500,00 al Club de Gimnasia Sarmiento y $500,00 al Centro Domingo F. Sarmiento.
De esta manera terminó sus días el legendario Alumni. A lo largo de algo más de catorce años de existencia, conquistó diez veces el campeonato de Primera División, cinco veces la Copa Competencia y una la Copa de Honor. Esos pocos años le bastaron para consagrarse y entrar en la historia grande del fútbol de la Argentina.