31 de diciembre de 2007

Dion O'Banion y un funeral que hizo historia

La liturgia impuesta por el mafioso Alphonse Capone (1899-1947) al delito organizado daba especial importancia a los "gangland overlords funerals", es de­cir, los funerales de los capos del imperio de los gángsters. Los fastuosos sepelios organizados para despedir a los gran­des jefes de banda caídos durante la guerra de gángsters de Chicago se realizaban conforme a un escrupuloso ceremonial, que fue mejorando con el correr de los años. La liturgia de esos entierros generalizó poco a poco otra cos­tumbre de origen napolitano: como signo de duelo, los amigos del difunto (y también los que fingían serlo) dejaban de afeitarse desde que conocían la noticia de la muerte hasta después del sepelio. De esa ma­nera, cuando llegaba el momento de desfilar por las calles de Chicago, el rostro -oscureci­do por la barba- evidenciaba supuestos senti­mientos de dolor.
Posiblemente los funerales más imponentes de la historia fueron los de Charles Dion O'Banion (1892-1924), el directo competidor de Al "Scarface" Capone en la guerra por el control de los negocios sucios de Chicago. Como cobertura de sus actividades delictivas, O'Banion era el propietario de una florería -Schofield Co.- utiliza­da por Capone y otros gángsters cada vez que había un funeral. A las 11.30 hs. del 10 de noviembre de 1924, Mike Genna, Albert Anselmi y John Scalise -hombres de Capone- entraron en la florería y lo mataron a tiros, despejando así el camino a su jefe.
El cadáver del gángster irlandés fue embalsamado y colocado en un féretro de 10.000 dólares, construido con bronce y cris­tal, con dos ángeles esculpidos en oro macizo y cuatro cande­labros de plata. Esa pieza inimitable de arte funerario fue ad­mirada durante tres días por unas 40.000 personas que desfilaron ante la capilla ardiente instalada en la Sbarbaro's Funeral Home. El cortejo fúnebre de 27 vehículos se trasladó hasta el cemen­terio de Mount Carmel cubierto por una montaña de flores y coronas, entre las cuales destacaba una herradura de rosas y orquídeas rematada con un bouquet de rosas rojas, las flores preferidas de Al Capone.
A ambos lados de esa composición, dos palomas de porcelana blanca sostenían con el pico una cinta que llevaba inscripta, en letras de oro, la célebre dedicatoria "From Al to a Pal". La palabra "Pal" significaba amigo en slang (una especie de lunfardo inglés). Todas las ofrendas enviadas por Capone llevaban invariablemente esa leyenda, que puede ser literalmente traducida como: "De Al a un amigo". Gracias a esa astucia, pudo disimular su responsabilidad en el crímen cometido por orden suya.El cortejo que acompañó a O'Banion hasta el cementerio fue precedido por la Chicago Symphonic Orchestra -que interpretaba melodías apropiadas a las circunstancias-, y seguido por más de 20.000 perso­nas, detrás de las cuales marchaba un escuadrón de la Policía Montada, enviado por William E. Dever (1862-1929) el alcalde de la ciudad, otro empleado de Capone.