17 de noviembre de 2007

Herbert Spencer, el filósofo de la evolución

Herbert Spencer, filósofo inglés, nació en Derby el 27 de abril de 1820 y fue educado en su propia casa, en donde le dejaron seguir sus inclinaciones que, en un prin­cipio, fueron la matemática y las ciencias natura­les. A los 25 años trabajó como ingeniero en los ferrocarriles y, desde el año 1848, inició su acti­vidad de escritor en la redacción de la revista "The Economist", dedicándose a partir de entonces plena­mente a la filosofía.La obra de Spencer constituye el cuadro más complejo de la cultura positivista de tendencia evolucionista. Su obra filosófica fue una imponente enciclopedia de las ciencias bioló­gicas y sociales construida desde la óptica de la ley universal de la evolución. Fue él quien po­pularizó el término "evolución" e introdujo ex­presiones como "supervivencia del más apto", que después adoptaría Charles Darwin (1809-1882), quien consideraba a Spencer "el más grande de los filósofos vivos en Inglaterra" y lo calificaba como "una docena de ve­ces superior a mí".
Hay, según Spencer, una realidad absoluta, lo "incognoscible", que no podemos alcanzar. Sólo podemos co­nocer sus manifestaciones, es decir, la sucesión de los fenómenos. La ciencia constituye una tarea de ordenación y unificación de los fenómenos, pero sólo la filosofía llega a la síntesis necesaria. Spencer llamó al conjunto de su doctrina "Siste­ma de filosofía sintética".
Definió a la evolución como "una integración de la materia y la disipación concomitante del movimiento por la cual la materia pasa de un estado de homogeneidad indeterminada e incoherente a un estado de heterogeneidad determinada y cohe­rente".
La biología teórica de Spencer, convencido en un principio por el biólogo y botánico francés Jean Baptiste de Lamarck (1744-1829), consideraba el ambiente como el elemento fundamental de la evolución de los seres vivos, que se transmiten hereditariamen­te los caracteres adquiridos, y aunque él desarro­lló el concepto de "supervivencia del más apto" y lo aplicó parcialmente, fue la obra de Darwin la que lo convenció de la importancia de este prin­cipio como mecanismo de la evolución.
En su con­cepción, la transformación de cualquier organis­mo se da primero en los órganos externos, que sufren más directamente la influencia del medio, y después esta transformación actúa sobre los ór­ganos internos, determinando en el conjunto una nueva y más profunda funcionalidad estructural. La psicología aparece como una rama de la biología evolucionista. Los procesos mentales no son, según Spencer, sino medios evolucionados a través de los cuales el organismo se adapta al ambiente. El progresivo desarrollo de los medios de interacción entre organismos y ambiente co­rresponde a la progresiva complicación del siste­ma nervioso. Así, no sólo los reflejos o las acciones instintivas, sino también las formas de pensamiento, las categorías de espacio y tiempo, causalidad, etc., han sido producidas mediante la interacción entre los organismos y el medio.
Aunque suele llamarse incorrectamente "dar­vinismo social" a las teorías socio-culturales de Spencer, lo cierto es que, independientemente e incluso antes de conocer la obra de Darwin, Spencer ya concebía la sociedad como un orga­nismo viviente que está sometido a los mismos mecanismos que cualquier ser vivo, así como al principio de la "supervivencia del más apto". Al igual que la naturaleza asegura la supervivencia de las razas más adaptadas sometiéndolas a una dura lucha por la existencia, así también la so­ciedad debía, según Spencer, constreñir a sus miembros a desarrollar la fe en sí mismos, la industriosidad, etc., sometiéndolos a la dura competición económica. De este modo se aceleraría la elevación del hombre de su originario estado sal­vaje a la sociedad perfecta, que, eliminadas las razas inferiores, estaría constituida por hombres superiores capaces de vivir sin gobierno.
El progreso era inevitable y veía la sociedad británica de su tiempo como el grado más alto de desarrollo alcanzado hasta entonces. Sus tesis en este sentido son una explícita defen­sa del "liberalismo económico", así como un ata­que al socialismo y al comunismo. Spencer es, sin dudas, el porta­voz científico más efectivo del primitivo capitalis­mo industrial, al igual que Marx lo fue del socia­lismo revolucionario.
Murió en Brighton, el 8 de diciembre de 1903.